Carta 1- De Blancanieves a la Pachamama


Amante Luana Camila
Comisión 05, Santiago Castellano 
Consigna: Escribir una carta del personaje propio al del compañero. Modalidad individual

Querida Pachamama: 

Te escribo con el mayor de los respetos y la admiración inflando mi pecho. No es fácil para mi, escribirle a la madre de la Tierra, pero siento que es momento de levantar la voz. 


Érase una vez, cuando una manzana, una sola, tan brillante y de apariencia inofensiva me llevó a estar días encerrada en un ataúd de cristal. Como una flor marchita, a la vista de todos. Un solo mordisco endulzó mi confianza, y desde entonces, no puedo ver una manzana sin sentir un escalofrío. Ni siquiera en compota. 


Esto ya no da para más, vengo a pedirte algo que quizás no te agrade; saca todas las manzanas de la faz de la tierra. No es por capricho, es por la supervivencia del pueblo. 


Mi historia ya fue repetida, no soy la única. En Argentina todos la conocen, sucedió en los años setenta. Una mujer vanidosa y malvada, María Bernardina de las Mercedes Bolla Aponte de Murano, mejor conocida como Yiya, les ofreció masitas envenenadas a sus conocidos. Cayeron como yo: por cortesía. Por educación. Por no desconfiar de un gesto amable acompañado de algo dulce.

Si hasta en la repostería se pueden esconder trampas, imaginate en algo tan noble como una fruta. 


Madre tierra, se producen más de 80 millones de toneladas de manzanas cada año en el mundo. ¿Sabes qué significa eso? Cuántas personas más, ingenuas como yo, van a caer ante la traición disfrazada de amabilidad. No hay tantas bocas ni tantos príncipes para despertar a tantas víctimas.


Te lo ruego, por el temblor que me dejó aquella mordida. Saquemos a las manzanas de este mundo. Te lo pido con amor pero con firmeza también. Démosle protagonismo a otras frutas que no se utilizan como herramienta de engaño, los duraznos, las frutillas…

Lo solicito desde la vivencia, desde el deseo que nadie más caiga como hoja en otoño al morder una fruta. 


Pachamama, se que ves más lejos que todos nosotros. Confío en tu sabiduría y tu alma protectora para hacer lo correcto. Pero te pido por favor, no ignores a una princesa que ha estado en coma por culpa de una simple manzana. 

Si no es posible mi petición, al menos, que las marquen con advertencias. Que digan: “PELIGRO: pueden contener traición, veneno emocional, malas vibras, o algo peor”.


Prometo plantar flores a cambio. Y cantarles a los pájaros cada mañana como agradecimiento. 


Con mucho cariño, y una pizca de resentimiento frutal.

Blancanieves


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